"Quiero ser grande"
- Rocio Salloum
- 23 ene 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 13 feb 2019
Todos alguna vez cuando eramos chiquitos, repetimos la frase "quiero ser grande".
Ahora, ¿realmente deseamos ser adultos?

Volviendo maso menos 10 años atrás, me puse a pensar en mi infancia y en el absurdo pensamiento que tenia de crecer y quemar etapas. Por suerte, tuve una vida muy feliz de niña y con una familia extraordinaria. Hoy en día, muchos familiares ya no están conmigo, pero el resto aún me apoya como si fuera esa misma niña con los mismos sueños y objetivos.
En cuanto a lo personal, muchas ideas cambiaron en mi, me di cuenta de la realidad en la que vivo y deje de creer un poco en ese mundo de fantasías que rondaba en la cabeza de una nena de 10, 11 años. Hay cosas que afortunadamente, pude lograr, como recibirme de periodista, y otras que aún me quedan pendientes para el resto de mi vida.
Uno de los pensamientos màs reiterativos era el de irme a vivir sola. Desde chica, y màs cerca de la adolescencia también, decía: "A los 18 me voy a vivir sola", hoy con 21 años, vivo con mis papàs y la idea de irme de casa se volvió cada vez mas lejana y costosa de alcanzar.
Otra cosa que tenia en mi mente, era viajar por el mundo entero, uno de mis grande objetivos es conocer Disney, otro sueño muy difícil de cumplir, pero no imposible.
Obviamente para todo esto necesitaba un empleo estable, que por suerte, por el momento lo tengo. Pero yo creía que ir a trabajar iba a ser diferente, si bien veìa a mis papàs volver siempre cansados, pensaba que ellos eran los que no tenían energías, pero la realidad es que sòlo el viaje del trabajo a tu casa (en mi caso del conurbano a capital), es agotador.

Otro tema importante, son los lazos personales. ¿Cómo hacernos un tiempo para la familia, los amigos, tu pareja, y vos mismo?. Según los distintos momentos de tu vida, vas a querer irte de joda con amigos, vas a preferir tener una salida con tu novio/a, vas a priorizar un almuerzo en familia, o simplemente vas a querer estar acostado todo el día, y està bien.
El problema es cuando en tu círculo de relaciones, las personas no saben respetar tu tiempo y espacio y se ponen en modo susceptible para hacerte sentir mal y que no querès verlos, y la realidad es que cada persona tiene sus tiempos y no siempre puede estar a disposición de otro, cada uno tiene derecho a decidir hacer lo que quiere, con quién quiera y cuando quiera.
A todas estas situaciones, sumemosle las malditas obligaciones, que por màs que no nos gusten son sumamente necesarias para tener un control. De chica jamás imaginè atravesarlas, pero son parte de mi rutina cotidiana. Aunque por lo menos, todavía no tengo ciertas necesidades económicas, como por ejemplo pagar el alquiler o llevar el pan a la mesa.

Aunque es inevitable llegar a la adultez, hay que aprovechar cada instante antes de que eso pase. Ser adulto no equivale tanto a la edad en sì, si no a la forma de pensar y ver el mundo. Capaz, màs de uno se habrá visto reflejado en algo de mi relato, o quizás no. Pero mi único objetivo era recapacitar en las cosas que pensaba de niña y en las que me toca vivir ahora.
Si bien cada persona vive una vida diferente, yo creo que todos tienen que aprovechar cada etapa y encontrarle el lado positivo. Hoy en día, por màs que me cueste hacer el proceso, estoy orgullosa de haber llegado a donde estoy, y siempre voy a sacar esas ganas de vivir la vida y progresar para tener y dar un futuro mejor.
"Hay que sembrar para cosechar"
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